En los últimos tiempos, el Canal de Panamá ha experimentado una sequía sin precedentes, atribuida a fenómenos climáticos como El Niño, entre otros factores. Las altas temperaturas han aumentado la evaporación, disminuyendo la reserva de agua dulce en el lago Gatún. Esto ha resultado en una disminución de casi 2 metros en el nivel del agua en la parte de la dársena utilizada por los buques, generando problemas y retrasos, especialmente para las naves de mayor tamaño.
Como respuesta a esta situación, algunas compañías navieras han optado por circunnavegar Sudamérica como alternativa, aumentando tanto los tiempos de tránsito como los costos operativos y comerciales.
Las limitaciones de tráfico en el Canal de Panamá, ocasionadas por la prolongada sequía, podrían extenderse hasta febrero del próximo año. El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, indicó a The Associated Press que se planea mantener la restricción de 24 tránsitos diarios hasta abril, en comparación con los 36-38 habituales en condiciones normales.
Vásquez señaló que la vuelta a la normalidad dependerá principalmente de las lluvias, las cuales podrían elevar el nivel de los lagos esenciales para la operación del canal. Sin embargo, se estima que la recuperación completa no se logrará hasta aproximadamente el 2025.
Con el fin de comprender mejor la situación, se llevará a cabo un pronóstico meteorológico entre el 15 y el 20 de marzo, con un nivel de confiabilidad del 75%. Esto permitirá evaluar con mayor precisión el escenario de los próximos 45 días y determinar las medidas necesarias para adaptarse a las condiciones cambiantes.
En cuanto al futuro del canal, se anticipa que en los próximos seis meses se realizará un análisis exhaustivo para obtener una visión más clara sobre el volumen de tráfico esperado y las posibles fluctuaciones. Esta información será crucial para la gestión operativa y la planificación a largo plazo del canal.
Además de los desafíos climáticos, el canal enfrenta obstáculos de índole política. Aunque la administración canalera ha propuesto medidas a largo plazo, como la definición de la Cuenca Hidrográfica del Canal y modificaciones en las restricciones para construir nuevos embalses, el gobierno panameño actual no tiene previsto abordar estos temas antes de su término el 30 de junio. Mientras tanto, se están llevando a cabo reuniones con los candidatos presidenciales para las elecciones del 5 de mayo, con el objetivo de buscar alternativas a largo plazo para resolver los desafíos estructurales.
Cronología
El año pasado, la sequía afectó el suministro de agua del Canal, generando desafíos para equilibrar las necesidades de navegación y el abastecimiento de agua para Panamá. A pesar de esto, el equipo de operaciones y recursos hídricos implementó medidas que permitieron mantener un promedio de 24 tránsitos diarios en lugar de los 18 habituales durante la temporada seca.
Una cronología detallada destaca eventos clave en los últimos meses:
3 de octubre de 2023: Flujo de agua significativamente menor en el reservorio de Gatún, resultando en un déficit diario.
31 de octubre de 2023: Mes de octubre más seco en la historia, llevando a la reducción gradual de tránsitos diarios.
29 de noviembre de 2023: Modificaciones en subastas especiales para garantizar opciones equitativas para líneas navieras.
15 de diciembre de 2023: Medidas de ahorro de agua permiten aumentar tránsitos diarios a 24 para mediados de enero.
31 de diciembre de 2023: A pesar de desafíos, alto número de tránsitos y tonelaje de carga.
16 de enero de 2024: Anuncio de continuación de 24 tránsitos diarios, sujeto a cambios según condiciones.
24 de enero de 2024: Nombramiento de la primera Oficial de Sostenibilidad del Canal de Panamá, destacando un enfoque renovado en la sostenibilidad.
Mirando hacia el futuro, el Canal se compromete a abordar desafíos climáticos y avanzar hacia la sostenibilidad, con importantes hitos:
2024 – 2025: Colaboración con el Banco Mundial e IFC para finalizar inventario de emisiones de gases de efecto invernadero. Implementación de objetivos de reducción de emisiones.
2024 – 2030: Incorporación de sostenibilidad en inversiones de capital por más de US$8,5 mil millones en los próximos cinco años, con enfoque en infraestructura sostenible y reducción de emisiones.
2050: Meta de emisiones netas de carbono cero, impulsando una transformación hacia una economía climáticamente sostenible.
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