Trump acude al Supremo para salvar sus aranceles tras histórico revés judicial

La administración de Donald Trump se prepara para solicitar este viernes una medida de urgencia al Tribunal Supremo de Estados Unidos con el fin de mantener en vigor sus polémicos aranceles a las importaciones, tras un fallo judicial que anula el grueso de su estrategia comercial. El equipo legal del Gobierno argumenta que suspender los aranceles causaría “daños irreparables” a la economía y la seguridad nacional.

Una ofensiva legal contrarreloj

El miércoles, el Tribunal de Comercio Internacional declaró ilegales los aranceles impuestos por Trump bajo una ley de poderes de emergencia, señalando que el presidente había excedido su autoridad constitucional. En respuesta, la Casa Blanca inició una ofensiva judicial: primero pidió la suspensión cautelar del fallo ante ese tribunal, luego apeló ante la Corte de Apelaciones de Washington, y ahora anticipa un recurso ante el Tribunal Supremo.

En un extenso documento de 124 páginas, los abogados del Gobierno afirman que, si se aplica la sentencia, “los acuerdos exitosos que el presidente ha alcanzado con múltiples países podrían desmoronarse de inmediato”, aunque en realidad no se han concretado acuerdos comerciales vinculantes durante su segundo mandato.

Un fallo con impacto internacional

La anulación afecta aranceles como el 25% sobre productos de Canadá y México, y el 20% sobre importaciones chinas, justificados en su momento por razones como el fentanilo y la inmigración. También quedan sin efecto los denominados “aranceles recíprocos” del 10% que Trump impuso de forma generalizada. Para la Casa Blanca, el fallo pone en riesgo negociaciones en curso y los ingresos fiscales derivados de los aranceles. Funcionarios como el secretario de Comercio, el secretario del Tesoro y el secretario de Estado han advertido sobre el impacto que la eliminación de estas tasas podría tener en la política exterior, la seguridad nacional y el equilibrio comercial.

Un Tribunal Supremo bajo presión

Aunque el Tribunal Supremo tiene mayoría conservadora (6-3), tres de esos jueces fueron nombrados por el propio Trump, lo que no garantiza necesariamente una decisión favorable. Cabe recordar que la sentencia del Tribunal de Comercio fue unánime, con jueces designados por presidentes de distintos partidos, incluido el propio Trump.

Desde la Casa Blanca, las críticas al fallo no han cesado. La portavoz Karoline Leavitt calificó la decisión como un caso de “extralimitación judicial” y denunció que “jueces no elegidos” están socavando la autoridad presidencial. Stephen Miller, subjefe de gabinete, incluso habló de una “tiranía judicial” en redes sociales.

¿Qué está en juego?

Este episodio representa uno de los mayores reveses jurídicos del segundo mandato de Trump y pone en entredicho su estrategia de presionar a socios comerciales mediante aranceles unilaterales. A medida que se acerca la elección presidencial, el desenlace de esta batalla legal podría tener implicaciones económicas, políticas y diplomáticas de gran alcance.