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Comercio mundial proyecta un panorama de desaceleración.



El comercio global, uno de los sectores económicos más afectados desde hace más de dos años tras la pandemia, entró en un proceso de desaceleración hacia el final del 2022 e inicio del 2023, explicado en parte por los múltiples choques macroeconómicos como la guerra en Ucrania, los altos precios de los energéticos y la cruzada de los bancos globales por incrementar sus tasas de interés para controlar la inflación.


Sobre estos pronósticos coinciden dos de las principales organizaciones multilaterales del sector, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Conferencia de las Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (Unctad).


La primera lo expresa en su más reciente barómetro comercial, su instrumento de medición bimensual. En la edición más reciente de noviembre, la vara de medicón cayó a 96,2 puntos desde los 100 puntos, el estándar base, “sugiriendo esta desaceleración del comercio mundial” en línea con los pronósticos de la organización.


Para la OMC, el comercio mundial de mercancías crecería 3,5% en 2022, no obstante, hacia 2023 será un crecimiento de 1%.


Entre sus razones, además de las archiconocidas -como la guerra en Ucrania-, el papel de China juega un papel fundamental en la demanda de importaciones, especialmente desde regiones como América Latina y el Caribe. Pero las previsiones podrían cambiar ante el viraje del gigante asiático en su política de covidcero; sin embargo, aún restan meses para evidenciar estos efectos.


Volviendo al barómetro de la OMC, este está conformado por seis indicadores, de los cuales ‘órdenes de exportaciones’, ‘carga aérea’ y ‘componentes electrónicos’ están por debajo del estándar de 100 puntos.


“Combinados, estos sugieren un enfriamiento en la demanda de negocios, una débil demanda de importaciones”, apuntó el organismo.


¿Qué viene para Colombia?


El próximo año 2023, que ya está a la vuelta de la esquina, será un período “interesante” para la economía de Colombia en líneas generales, así como lo será para el comercio exterior.


Esto, de acuerdo con Javier Díaz, presidente de Analdex, en el caso del país se debe comenzar por poner en práctica la diversificación de la economía. “Es importante para el país impulsar un escenario de producción de bienes del sector no minero, energético y servicios más diversificados para encontrar nuevos mercados en el exterior, ayudando al crecimiento y a estabilizar la cadena de suministros y de los precios a largo plazo”, remarcó el dirigente gremial.


Por otro lado, Silvana Insignares, directora de la maestría en Derecho de Comercio de la Universidad del Norte, remarcó que también se debe prestar atención en la evolución del comercio bilateral con Venezuela, así como la mirada del Gobierno por robustecer los lazos de intercambio con la Comunidad Andina de Naciones (CAN).


Ahora bien, tal como lo plantea Andrés Mauricio Castro, decano de Negocios Internacionales de la Universidad Piloto, para el próximo año 2023, se debe analizar la eficacia entre una mayor diversificación de la canasta exportadora, como lo plantea el actual Gobierno, y las medidas restrictivas al comercio.


“A pesar de que se coloquen controles a las importaciones y que estas medidas reducen el nivel de importación de productos que afecten la industria nacional, es importante analizar si estas medidas están teniendo un impacto real en el sector al cual se está buscando beneficiar”, mencionó Castro, para quien también se deben efectuar análisis sobre los sectores económicos colombianos con el fin de hacerlos más competitivos hacia el mercado foráneo.


Lo cierto es que el comercio exterior colombiano cierra este año con un importante repunte en las exportaciones, también impulsadas por los altos precios de energéticos por la guerra. Según el Dane, a octubre suman US$48.041,7 millones, es decir, 16% más que en todo el 2021.


Las proyecciones de la Unctad para el comercio global en el 2023

La Conferencia para el Desarrollo y el Comercio de las Naciones Unidas, conocida como Unctad en inglés, también prevé una desaceleración del comercio global hacia este final de 2022 y principios del 2023, por los impactos macroeconómicos mencionados anteriormente.


De acuerdo con el organismo, el comercio mundial cerrará este año en US$32.000 millones, de los cuales US$25.000 millones lo explicarán los bienes, un incremento del 10% versus 2021. “Estos niveles récord se deben mayormente al robusto crecimiento en la primera mitad del 2022”, explicó la entidad.


Ahora, ya el comercio de bienes se desaceleró en el tercer trimestre, al tiempo que creció el de servicios, mientras para el cuarto período se espera una desaceleración conjunta.

“Se espera que la desaceleración sea más cruda para el 2023. Los factores negativos ya aparecieron”.


Roberto Casas Lugo

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