India intensifica tensiones regionales al prohibir importaciones desde Pakistán tras atentado en Cachemira
- Melyak International
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Las relaciones entre India y Pakistán alcanzan un nuevo punto crítico. El gobierno de la India proclamó la prohibición instantánea de todas las importaciones, tanto directas como indirectas, de Pakistán, en reacción a lo que Nueva Delhi catalogó como "conexiones transfronterizas" con el reciente atentado en Cachemira, que resultó en decenas de víctimas.

Una medida amparada en la seguridad nacional
El gobierno formalizó la decisión mediante una modificación a la Política de Comercio Exterior de India el 2 de mayo, con el objetivo de salvaguardar la seguridad nacional y el interés público. La legislación dicta que la limitación permanecerá en vigor "hasta nueva orden" y cualquier excepción necesitará una aprobación explícita del gobierno. La Dirección General de Comercio Exterior explicó que esta acción es parte de una reacción más extensa después del ataque sucedido el 22 de abril, y se añade a otras medidas como la interrupción del Tratado de Aguas del Indo, la deportación de diplomáticos y el bloqueo del espacio aéreo.
Impacto en el comercio bilateral
El intercambio comercial entre India y Pakistán ya se encontraba fuertemente restringido debido a conflictos anteriores, pero esta restricción lo detiene prácticamente totalmente. Principalmente, India compraba de Pakistán frutas, frutos secos, plantas medicinales y productos químicos, mientras que exportaba principalmente productos farmacéuticos y químicos orgánicos, que constituían aproximadamente el 60% de sus exportaciones entre abril de 2024 y enero de 2025. Este reciente bloqueo comercial constituye un avance más en el deterioro de las relaciones económicas, impactando no solo a las compañías involucradas sino también al suministro de productos esenciales en ambas partes de la frontera.
Escalada militar y tensiones diplomáticas
La tensión no se ha restringido al ámbito financiero. El 3 de mayo, Pakistán llevó a cabo el lanzamiento de prueba de su misil Abdali, un sistema terrestre-terrestre de 450 kilómetros de distancia, en el marco del ejercicio militar INDUS. De acuerdo con el ejército de Pakistán, la meta era verificar las habilidades técnicas y operativas del sistema estratégico, en un periodo de alerta máxima. Al mismo tiempo, Shehbaz Sharif, el primer ministro de Pakistan, recurrió a la mediación internacional. Durante encuentros con embajadores de Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, pidió su acción para detener la escalada, descartando cualquier responsabilidad de su nación en el ataque y sugiriendo una investigación internacional autónoma.
¿Hacia una crisis prolongada?
La decisión de India de cortar vínculos comerciales refuerza una narrativa de confrontación que podría extenderse a otros ámbitos multilaterales. Según fuentes oficiales indias, también se están realizando gestiones para reincorporar a Pakistán en la “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), lo que complicaría aún más su posición en el escenario global.
En un contexto de creciente inestabilidad, los analistas advierten sobre el riesgo de una nueva crisis prolongada entre dos potencias nucleares. La comunidad internacional mira con atención la evolución de los acontecimientos, conscientes de que cualquier escalada podría tener consecuencias regionales e incluso globales.